Cómo un Filtro de Sedimentos Protege tu Hogar

¿Qué es un filtro de sedimentos de agua doméstico y por qué lo necesitas en tu hogar?

 

El agua que llega a tu casa no siempre está tan limpia como parece. Aunque es apta para el consumo, en muchas ocasiones trae consigo pequeñas partículas como arena, óxido, polvo o lodo. Y aquí es donde entra en juego el filtro de sedimentos doméstico, un dispositivo sencillo pero esencial para mantener el agua de tu hogar lo más limpia posible.

 

 

¿Para qué sirve un filtro de sedimentos?

Un filtro de sedimentos se encarga de eliminar las partículas sólidas que flotan en el agua. No hablamos de contaminantes químicos o bacterias (para eso se utilizan otros filtros más avanzados), sino de cosas como:

  • Arenilla y polvo que se arrastran desde las tuberías.
  • Pedacitos de óxido que vienen de tuberías metálicas viejas.
  • Pequeñas partículas de tierra o lodo.

Estos sedimentos no solo afectan la calidad del agua que usas, sino que también pueden causar problemas en tus electrodomésticos y tuberías. Por ejemplo, las lavadoras, calentadores de agua y lavavajillas pueden sufrir daños o volverse menos eficientes si se acumulan estos residuos. Y la verdad es que de solo pensar que cae en los alimentos o bebidas, también da un poco de cosilla…

 

 

¿Dónde se instala un filtro de sedimentos?

Lo más habitual es que un filtro de sedimentos se instale en la entrada de agua principal de la casa, justo donde el agua del suministro general entra en tu hogar. De esta manera, toda el agua que utilizas (ya sea para beber, ducharte o lavar la ropa) pasa primero por el filtro, y así se asegura de que las partículas más grandes se queden atrapadas.

En viviendas donde se utiliza agua de pozo o en áreas rurales, estos filtros también son fundamentales. Los pozos, aunque ofrecen agua de calidad en muchas ocasiones, tienden a arrastrar sedimentos como lodo o arena con más frecuencia.

Además, es común instalar este tipo de filtro como la primera etapa de un sistema de filtración más avanzado, por ejemplo, antes de un filtro de carbón activado o un descalcificador. De esta manera, el filtro de sedimentos protege a los otros componentes más delicados, alargando su vida útil y mejorando su eficacia. Para nosotros y muchos profesionales es casi un obligatorio en los casos de instalación de descalcificador de sal.

 

¿Con qué frecuencia se debe hacer el mantenimiento?

 

Esto es clave: el mantenimiento de un filtro de sedimentos es muy sencillo, pero debe hacerse con regularidad para que siga funcionando correctamente. La frecuencia exacta dependerá de varios factores, como la calidad del agua en tu zona o la cantidad de sedimentos que contenga, pero una regla general es:

  • Revisión mensual o bimestral: Es recomendable echarle un vistazo cada mes o cada dos meses. Siempre recomendamos la instalación del filtro transparentes, por lo que podrás ver si hay acumulación de sedimentos y si es necesario limpiarlo o reemplazarlo.
  • Cambio de filtro cada 3 a 6 meses: Dependiendo de la cantidad de sedimentos en tu agua, los cartuchos del filtro suelen durar entre 3 y 6 meses. Sin embargo, si vives en una zona con mucha cal o partículas en el agua, puede que tengas que cambiarlo con más frecuencia.
  • Señales de que necesitas cambiarlo antes: Si notas que la presión del agua ha bajado, que el agua sale turbia o que hay más acumulación de cal de lo normal o visualizas que el filtro esta muy sucio, es posible que el filtro esté saturado y necesite un cambio inmediato.

Beneficios de mantener tu filtro de sedimentos en buen estado.

 

Tener un filtro de sedimentos bien mantenido puede ahorrarte muchos dolores de cabeza y dinero en el futuro. ¿Por qué?

  1. Protección de tus electrodomésticos: Como mencioné antes, electrodomésticos como la lavadora o el calentador de agua pueden obstruirse o dañarse por la acumulación de sedimentos. Mantener el filtro limpio alarga la vida útil de estos equipos.
  2. Agua más limpia: Aunque no elimina bacterias ni contaminantes químicos, sí mejora la calidad del agua al hacerla más clara y sin partículas flotantes.
  3. Menos mantenimiento en otros filtros: Si tienes un sistema de filtración múltiple, como un descalcificador o una ósmosis inversa, mantener el filtro de sedimentos en buen estado aligera la carga para los demás filtros, lo que significa menos cambios y menos gasto.
  4.  

¡No te lo pienses!

 

El filtro de sedimentos doméstico es una herramienta sencilla pero poderosa para mantener el agua de tu hogar más limpia y libre de partículas que podrían dañarte a largo plazo. Con una instalación fácil y un mantenimiento que puedes hacer tú mismo, es una inversión pequeña que te ahorrará muchos problemas futuros.

Recuerda, revisa tu filtro con regularidad, cambia los cartuchos cada pocos meses y estarás un paso más cerca de tener agua de mayor calidad y proteger tu hogar de los efectos de los sedimentos. ¡Tu grifo, tus tuberías y tus electrodomésticos te lo agradecerán!

 

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